RESOLUTIVO DEL 5° PLENO ORDINARIO DEL VII CONSEJO NACIONAL DEL PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA, SOBRE LA PROPUESTA DEL PRD PARA HACER FRENTE A LA CRISIS ECONOMICA
En la Ciudad de México, D.F. reunido el 5° Pleno Ordinario del VII Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática, los días 26 y 27 de septiembre de 2009 en las instalaciones de la EXPO REFORMA, sito en la calle de Morelos no. 69 Col. Juárez, Delegación Cuauhtémoc, con la finalidad de dar cumplimiento a lo establecido por los Artículos 17° numerales 1), 2), 3), 4), inciso s) y numeral 5), del Estatuto vigente; y los artículos 1 ° inciso j), 22° numeral 7 inciso c), numeral 8 inciso d), numeral 9 inciso a), del reglamento de órganos de dirección y,
CONSIDERANDO
Que la recesión mundial sumió a las economías del mundo en un desplome brutal que ha implicado el cierre de industrias, el colapso de los bancos, aseguradoras e instituciones financieras y el desplome de la Bolsa de Valores, y peor les ha ido a las y los trabajadores que han perdido sus empleos y otros que han visto reducidos sus salarios.
El cálculo del primer trimestre es de 200 millones de desempleados en todo el mundo. Tan sólo en Estados Unidos la tasa de desempleo ronda el 10 por ciento y en España llega al 20 por ciento. La desigualdad, la pobreza y el hambre se profundizan en los países de América Latina.
El conjunto de indicadores socioeconómicos en el marco internacional define los rasgos de la crisis económica de una magnitud similar a la depresión de 1929-1933. Ello significa que después del ciclo depresivo puede emerger un nuevo modelo de crecimiento de la economía mundial, donde la relación entre el mercado y Estado estará a favor de este último. Las acciones del gobierno de Estados Unidos y del resto de los países desarrollados han puesto en marcha este proceso: mayor intervención del Estado en el rescate de las mayorías de inversión social.
México es uno de los países más afectados del mundo y el más dañado de América Latina. En lo que va del presente sexenio en nuestro país la pobreza extrema ha aumentado en cuatro millones de mexicanos más. Su extrema subordinación a Estados Unidos ha implicado que suscriba los dogmas neoliberales y manifieste crecimientos raquíticos a lo largo de 25 años.
Cerraremos el año con una caída de 7 a 9 puntos del Producto Interno Bruto, una contracción mayor del mercado interno, agravamiento de la crisis de las diferentes industrias, aumento del desempleo y un mayor retiro de inversiones privadas.
En los últimos 25 años las políticas neoliberales han originado en México un grave deterioro económico que se refleja en bajo crecimiento, inestabilidad, crisis y pérdida de vitales activos productivos. De 1982 a la fecha el crecimiento económico ha sido errático e ínfimo. El fundamentalismo del mercado ha traído consigo mínimas ventajas del libre mercado, bajo deficiencias amplificadas en la era de los monopolios globales, dependencia excesiva e inconveniente de nuestra economía con el comercio exterior, un sector maquilador atrofiado y el rompimiento de diversas e importantes cadenas productivas en el sector agropecuario e industrial.
El financiamiento con inversión extranjera ante el desequilibrio externo nos ha llevado a una crisis como la de 1994-1995. El capital transnacional controla prácticamente todo el sistema financiero del país y el gobierno federal, que concentra la mayor parte de los recursos públicos y la toma de decisiones.
El predominio del capital corporativo transnacional y la retracción del Estado han tenido efectos devastadores. La política estatal empresarial persiste en la reducción del poder adquisitivo del salario mínimo en más del 70 por ciento al crecimiento del desempleo. Asimismo, la concentración de la riqueza en un centenar de grupos empresariales, permite en su conjunto entender el irrefrenable crecimiento de la pobreza en el país.
El INEGI dio a conocer que la economía cayó 11.1 por ciento en el primer semestre y la CEPAL, en sus proyecciones de las economías latinoamericanas, confirma que para 2009 México tendrá una caída 10 veces mayor al resto de los países y que para el 2010 será el único país de la región que no muestre recuperación significativa.
La economía mexicana está cayendo en forma desproporcionada al resto de los países de América Latina y su tendencia es hacia la profundización, no a la recuperación, porque el gobierno de Calderón no ha puesto en práctica ninguna medida importante para amortiguar los efectos de la crisis, que es la más profunda de la historia moderna y está causando estragos gravísimos en la población, el mayor sin duda es el desempleo, 735 mil empleos formales se perderán este año. El último trimestre de 2008 ya se había perdido 350 mil empleos más.
El 40 por ciento de la población económicamente activa está en el subempleo, sin prestaciones ni seguridad social y alcanzará el 45 por ciento en los próximos 12 meses. El peso se devaluó 32 por ciento, la escalada de los precios de la canasta básica no se detiene y los salarios se estancaron unos y se redujeron otros.
En plena recesión se dio una mayor concentración del ingreso. Según el INEGI, el 10 por ciento de los hogares con altos ingresos vieron aumentados sus percepciones; en cambio, el 60 por ciento de los hogares más pobres se redujo todavía más el ingreso familiar. Los ricos se hicieron más ricos y los pobres más pobres. Este contexto crítico incuba irritación social e impotencia en las familias mexicanas.
La lenta mejoría en la distribución del ingreso registrada hasta los años setentas del siglo XX, se ha revertido en una concentración cada vez más inequitativa de la riqueza, en un aumento de la pobreza y en una regresión sin precedente de los niveles de vida de la llamada clase media. Hoy en día 39 familias mexicanas acumulan 135 mil millones de dólares, esto representa el 12.3 por ciento del Producto Interno Bruto nacional y sólo 10 familias de éstas concentran el 81 por ciento de toda esa riqueza.
En lo que va del presente sexenio en nuestro país la pobreza extrema ha aumentado en cuatro millones de mexicanos más. La economía está en su peor nivel y millones de personas están desesperanzadas porque no encuentran empleo, porque no son aceptados en las universidades y porque no tienen opciones de vida digna.
Nuestro país vive uno de los peores momentos en su historia en materia de producción y precios de alimentos. A lo largo de varias décadas el gobierno mexicano se dedicó a desmantelar las bases productivas de infraestructura, de investigación y financiamiento agrícola y colocó al campo y a millones de pequeños productores en una situación de absoluta dependencia, de quiebra productiva y de marginación social.
El rápido incremento de los precios internacionales de alimentos a nivel mundial, principalmente de los productos lácteos y de los cereales, ha resultado desastroso para el derecho a la alimentación de las y los mexicanos.
El desolador panorama económico agrava también la crisis de inseguridad, el crimen crece, la violencia genera mayor violencia, la corrupción de los cuerpos policiacos sólo cambia de nombre y permea a la alta burocracia y la delincuencia se enquistó en el aparato del Estado.
Resulta ineludible reencauzar nuestra participación en la economía mundial en términos del equilibrio, reciprocidad y mutuo beneficio, a efecto de nuestra interrelación externa sea un factor que apoye el desarrollo nacional. Contar con un Estado regulador con la decisión firme para proteger y desarrollar el patrimonio de la nación y para participar cuando sea indispensable en apoyo a las actividades productivas del país, promoviendo una expansión simultánea del mercado interno y externo, dinamizando la creación de empleos, mejora en remuneraciones y servicios sociales, cuya meta es que México transite en definitiva del subdesarrollo a ser una nación económica y socialmente catalogable como avanzada en el plazo de una generación, esto es, en un periodo de 20 a 25 años.
Junto a la caída de los precios del petróleo tenemos la caída en un 15 por ciento de la recaudación. Es claro que un sector importante de la población está dejando de pagar impuestos. Se ha iniciado ya el impacto negativo adicional del recorte en las finanzas públicas en estados y municipios, y el advenimiento de las restricciones para integrar el nuevo paquete económico para el próximo año, donde la educación, la salud, los programas sociales, la seguridad social y los derechos universales se verán fuertemente afectados. Otra vez los más pobres y las clases medias llevarán la carga de las complicaciones presentes y las que vienen en la economía y las finanzas públicas.
El doble recorte que acumula 85 mil millones de pesos al gasto público anunciado recientemente, ya está afectando al ramo productivo, a la infraestructura y el empleo.
En el caso de la educación, 76 de los 185 programas no han recibido ni recibirán un solo centavo de la Secretaría de Hacienda en lo que va del año y se han iniciado los recortes de empleados en los ayuntamientos y gobiernos estatales. Y en virtud de que los estados y municipios dependen de un 90 por ciento de los recursos enviados por la federación, los recortes presupuestales agudizan la crisis que se está viviendo en sus finanzas.
Se está impulsando desde la elite del poder una reforma fiscal para seguir gravando a los que menos tienen y protegiendo los grandes intereses empresariales. Este es el único país del mundo en donde los y las trabajadoras pagan más impuestos que los empresarios.
Desde su nacimiento el PRD proclamó la necesidad de instrumentar una política económica y social alternativa, una nueva forma de vincularse al mercado mundial preservando derechos sociales, ambientales y laborales del pueblo de México.
El PRD ha sido un factor clave para impedir políticas antipopulares, oponiéndose a aquellas aplicadas en materia política económica por el PRI y el PAN, quienes han mantenido y profundizado la postura fondomonetarista del ajuste reestructural, la pretensión reiterada de la privatización del petróleo y la electricidad y la cancelación de los derechos sociales.
Ante la actual crisis económica el PRD;
RESUELVE
PRIMERO. La economía mexicana vive una de sus peores crisis desde 1929. La caída PIB, al cerrar el año, según diferentes analistas, podría alcanzar hasta el -10%; lo que significa el cierre de cerca de 25,000 empresas, mayor desempleo abierto de más de un millón de trabajadores en el último año y subempleo como nunca antes visto, avance de la economía informal, mayor polarización social, y mayores niveles de pobreza, particularmente en el campo.
SEGUNDO. A esta situación sin precedentes y de suma gravedad el gobierno ha respondido con las mismas políticas aplicada en los últimos 28 años como si no ocurriera nada y a contra corriente de las acciones de los gobiernos de las grandes economías, incluida la de Estados Unidos y el Canadá.
TERCERO. En el actual paquete económico para 2010, se mantienen los mismos criterios de política económica, solamente que con niveles más restringidos, al proponer un proyecto presupuestal recesivo y menor en términos reales que el de 2009.
CUARTO. En cuanto a la política fiscal para 2010, se centra en una propuesta recaudatoria, con el objetivo de tapar el boquete de los ingresos generado por la propia caída de la economía y la disminución de los ingresos petroleros, aumentando impuestos que afectan más a los pequeños y medianos empresarios, a las clases medias y trabajadoras, pero dejando intactos los privilegios de los grandes corporativos empresariales y los negocios vinculados a las finanzas y al comercio exterior.
QUINTO. Por lo tanto deberá impulsarse una política económica de emergencia tendiente a estabilizar la economía y a mermar los efectos económicos y sociales de la crisis. A la manera como lo están realizando los gobiernos de las grandes economías de Europa y Estados Unidos. Es decir, con mayor intervención y regulación del Estado y con fuertes inyecciones de capital a la economía, incluso incurriendo en altos niveles de déficit publico. (Los Estados Unidos han proyectado un déficit del 4.9%, para 2010).
SEXTO. Que por lo tanto no es recomendable recurrir a la aplicación de impuestos en periodo de crisis y mucho menos a los de menores ingresos. Porque se estará contribuyendo a la agudización de los efectos de la crisis que se pretende combatir.
Por tales motivos se resuelve:
Exhortar a las Fracciones Parlamentarias del PRD en el Congreso de la Unión a impulsar un Paquete económico que incluya:
- Un presupuesto de egresos para 2010, mayor en términos reales con respecto a 2009, expansivo, con inyecciones de recursos a las áreas que permitan reactivar la economía tales como infraestructura, industria, campo, vivienda, salud, educación, y desarrollo social entre otros. Un presupuesto que estimule la inversión, el empleo y el desarrollo económico y social. Dicho presupuesto deberá ser mayor a los 3 billones 172,359 millones de pesos propuesto en el Proyecto de Egresos de la Federación para 2010.
- Revisar la orientación del presupuesto eliminando o disminuyendo rubros que no impactan la economía real, tales como Fobaproa-Ipab, servicio de deuda, gastos de promoción de imagen, gastos de representación, viáticos, etc.
- Realizar una fuerte política de austeridad que incluya tanto la reducción del número de funcionarios de primer nivel (Subsecretarios, Coordinadores, Directores Generales, Adjuntos, Etc.), a si como una considerable reducción de salarios a los mandos superiores y mandos medios de los tres poderes y de los organismos autónomos y descentralizados. Esa política deberá ser impulsada también a nivel estatal y municipal.
- Mantener cuando menos el mismo nivel de participaciones a estados y municipios y lo mismo que los programas, etiquetarlos, hasta donde sea posible, a obra pública que permita la dinamización de las economías locales y regionales.
- Evitar hasta donde sea posible establecer nuevos impuestos o aumentarlos, especialmente el 2% a medicamentos y alimentos y todos aquellos que impacten los más bajos ingresos y el consumo.
- Ampliar la recaudación por la vía de ampliar la base de contribuyentes, pero en especial, eliminar los regímenes fiscales especiales que permiten a los grandes monopolios la elución, la evasión o de plano el no pago de impuestos. Según las propias fuentes de hacienda esos rubros tendrán un costo 450 mil millones en el 2009 y de cerca de 512 mil millones en el 2010.
- Para garantizar un presupuesto mayor en términos reales poder recurrir a niveles mayores (hasta del 3%), de déficit público, en vez del 0.5%, como lo propone el proyecto gubernamental.
- En el ámbito de su competencia, que todos los gobiernos estatales y municipales, así como las fracciones parlamentarias en los Congresos estatales del PRD, impulsen las medidas aquí señaladas, u otras de tipo similar.
- Exhortar a los gobiernos y grupos parlamentarios a impulsar las medidas contenidas en el Plan Alternativo para la Recuperación Económica, la Promoción del Empleo y el Bienestar Social.
- Mandatar a la Comisión Política y al Secretariado Nacionales, a organizar una gran Campaña informativa y de propaganda sobre la crisis económica y sobre nuestra propuesta.
- Pugnar por convertir la discusión del Presupuesto Federal de 2010, en un acto nacional de participación ciudadana en todo el territorio nacional, en interacción con los gobiernos, legisladores y comités estatales y municipales del PRD. Realizando todo tipo de acciones como movilizaciones, jornadas de debate, foros, actos públicos, conferencias de prensa, para posicionar y fortalecer nuestra propuesta ante la opinión pública.
Así lo resolvió el 5° Pleno Ordinario del VII Consejo Nacional, efectuado los días 26 y 27 de septiembre de 2009.
“DEMOCRACIA YA, PATRIA PARA TODOS”
POR LA MESA DIRECTIVA DEL VII CONSEJO NACIONAL
José Camilo Valenzuela
Presidente
Norma Ruth Miranda González Rogelia González Luis
Vicepresidenta Secretaria-vocal
Miguel Pavel Jarero Velázquez Martina Rodríguez García
Secretario-vocal Secretaria-vocal
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